miércoles, 8 de enero de 2014

Si bien no poseemos una bola de cristal para vaticinar el porvenir del país en este nuevo año ni tenemos dotes de pitonizos, no será muy difícil hacer un análisis de la coyuntura política, económica y deportiva que nos espera durante el 2014.

El ambiente político viene cargado con una desazón generalizada contra la labor del comandante Ollanta Humala al mando de Palacio de Gobierno. El nacionalista ha demostrado ser poco firme en sus decisiones y carecer de liderazgo político cuando ‘las papas queman’. Conga, por citar un solo ejemplo. Humala Tasso ha permitido que su esposa, Nadine Heredia, tome el protagonismo del gobierno y que ella haga y deshaga dando órdenes hasta a los ministros de Estado. El caso de resguardo a López Meneses remeció las filas del oficialismo que como gobierno han frenado las sendas de desarrollo y crecimiento que el Perú vivía hasta hace algunos meses.

Un nuevo reto del Presidente de la República debe ser volver a su estricta línea de silencio que le otorgó mayor popularidad. Ahora cada vez que declara a la prensa dice cualquier estupidez. Ollanta nos hace recordar a los oscuros años de Juan Velasco y emula a su difunto amigo Hugo Chávez intentando silenciar la libertad de expresión disfrazando el tema del Grupo El Comercio como ‘Concentración de medios’.  Muchos proyectos mineros, de inversión y gran envergadura se han visto paralizados, diferentes empresarios ven ahora con cierto temor incrementar su participación monetaria en el país por el fantasma chavista que se le sale al presidente. Depende cuando está con polo rojo o con polo blanco.

A mediados del año pasado un clima de pesimismo se apoderó del empresariado, más aún cuando Humala lanzó una frase desafortunada donde afirmaba que la época de crecimiento económico para el Perú estaba llegando a su fin. Sin embargo, para este 2014 parece que ese pensamiento se disipará con el ingreso de varios proyectos mineros, de construcción, el sector exportador y el aumento de la demanda interna.

El gobierno debe mejorar su situación con el sector privado para restablecer proyectos de inversión que quedaron pendientes. La seguridad ciudadana aún es un tema por resolver. La ola de crímenes  y asaltos que vive el país se va volviendo insostenible. Esto sumado a un eventual paro nacional de la Policía programado para el 5 de febrero que puede hundir aún más la situación del gobierno nacionalista. La salud pública es un tema en crisis. La infraestructura de los hospitales son una vergüenza. Incluso, el Instituto del Niño ubicado en San Borja no funciona a pesar de contar con todos los aparatos para el inicio de atención.

Y entre desaceleración económica, huelga policial, ola de crímenes e inestabilidad del gobierno tenemos que recibir como un solo puño el fallo que emitirá la Corta de la Haya el 27 de enero esperando el triunfo peruano por la recuperación de nuestro territorio marítimo, hoy en manos de Chile. El gobierno necesitará mucho manejo de la situación porque estaremos en los ojos del mundo.

Pero este 2014 también tiene que ser un año clave para la descentralización del Perú. Las elecciones regionales y municipales están programadas para el 5 de octubre y esperemos que esta vez los electores elijan mejor a sus autoridades para evitar procesos de revocatoria como el ocurrido en Lima y quejas por inútil ejecución de obras como en provincia donde las autoridades no saben en qué gastar sus ingresos por canon. Las elecciones en Lima tendrán un toque especial por saber quién recuperará el tiempo perdido por la paupérrima gestión de Villarán. Los comicios serán de infarto y según las encuestas está a la cabeza Luis Castañeda, aunque los nombres de Salvador Heresi y Pablo Secada se escucharán con mayor fuerza a medida que se intensifique la campaña.

En el plano del deporte, Lima tendrá que ponerse las pilas para albergar los Juegos Panamericanos de 2019 con el inicio de la construcción de nueva infraestructura deportiva, modernización del transporte y seguridad ciudadana así como la formación de nuevos atletas. Además, la selección nacional de fútbol deberá elegir pronto al nuevo director técnico que trabajará rumbo al Mundial 2018 porque esta Copa la tendremos que ver por televisión. La emoción y la fiesta del fútbol unirán a todos los fanáticos de la pelotita porque el Mundial de Brasil se desarrollará a mitad de año lo que supone el regreso del Fifa Fan Fest, el álbum PANINI, las discusiones entre amigos sobre el próximo campeón o los comerciales de Coca Cola.

Así que vaya preparando su canchita que se viene un 2014 de película. Con el Mundial de fútbol, el fallo de la Haya y las elecciones municipales este será un año más interesante e intenso que el pasado. Tenemos 12 meses para jugarlo.

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