jueves, 28 de agosto de 2014

Escribe: Ronny Gamboa (Estudiante de Filosofía en la PUCP)

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Este es el lugar a donde quería llegar, después de tanto recorrido, estoy aquí. Escribiendo y ordenando mis ideas lo más rápido posible antes que se acabe la batería de la laptop, ya que aquí no hay electricidad y para cargar la batería de los aparatos hay que caminar cuarenta minutos para el norte, sin postes de luz. El único foco es el sol por la tarde y la luna por la noche. Me alojo en una casa de adobe y quincha, muy gastados, el techo está hecho de esteras y carrizos, ahí, de noche, caminan las ratas y duermen los murciélagos. La cama se torna demasiado dura, de carrizo también y paja. No es un impedimento para mí, “el hogar es pequeño, pero el corazón es grande” dijo el gran capataz Don Juan, el señor que nos aloja. La casita se encuentra sobre un cerro, aislada, es la única, bajando el cerro hay un canal de agua y más abajo, pasando chacras rodeadas de vacas, se encuentra un gran río.

Estas son algunas cosas de las tantas que puedo rescatar. Es maravilloso el tipo de vida aquí. La naturaleza lleva una gran amistad con el hombre, las medicinas se encuentran dispuestas a curarte de cualquier enfermedad, mi madre naturaleza aún no muere aquí, me siento vivo, aún corren por mis venas las esperanzas de un mundo mejor. La gente aquí es maravillosa, increíble, espectacular, me siento un microbio entre tanta gente buena, todavía no entiendo cómo puede existir gente así hasta el día de hoy. No encuentro las palabras exactas para definirlas, pero lo que fuese, son mi dios.

A las 12 del día, nosotros siempre traemos agua, cortamos leña o cualquier cosa. Depende del día, terminando, siempre subimos a la casa sudados y la señora Simona, mujer de Don Juan, nos espera con la comida lista, nos mata una gallina o un pollo y nos hace un caldo exquisito, increíble, a leña y ollas de barro. Gastón queda como un pendejo al lado de ella. Tres horas del día siempre la pasamos trabajando o ayudando. Al menos yo tengo que hacer algo. A veces me desespero al no poder encontrar algo que recompense la bondad de estos dos señores. Ellos tienen un perro que se llama “Gastelo”. Lloraré cuando me despida de él. Siempre me acompaña a la chacra, al pueblo, al baño, a todos lados. Es un pendejo. A veces le grito porque cuando caminamos por la carretera comienza a corretear a los chivos, los chanchos, etc. Ahora él está a mi costado roncando. Es increíble cuánto me adora. Basta que se me acerque alguien y este pendejo saca el tigre que lleva dentro, le comienza a ladrar hasta que sienta que no sea una amenaza para mí. Amo a este campeón.

A veces subo hacia la carretera a “arrear” las vacas (buscarlas y asustarlas para que bajen a la chacra) y me cruzo con gente que baja de otros pueblos, todos te saludan con un “buenas tardes”. Es increíble. Es ahí en donde me pongo a pensar que mi ciudad (Lima) tiene mucho que envidiar a este gran pueblo. La gente es sencilla, visten de ojotas en los pies, camisas y pantalones sucios, un “bolsico” lleno de cualquier cosa que pueda existir en una chacra y, a veces, arrastrando leña.

Hace un par de días me di cuenta que las campañas políticas no llegan por aquí y, siendo sinceros, uno se puede dar cuenta que este gran terreno no existe en el mapa del gobierno, y si existiese, se hacen los de la vista gorda. La gente es muy pobre, cada cinco minutos me atacan los mil demonios de la impotencia hija de puta que siento al no poder hacer nada. No soporto ver niños descalzos, niñas cargando agua y abuelos trabajando para poder comer. Supuestamente todos somos iguales en derecho. Tenemos derecho a una buena salud, una buena educación y a ser felices, pero justo en noches como estas me pongo a pensar: ¿tienen una buena salud? ¿Una buena educación? No, no quiero imaginar qué es lo que hacen cuando caen en cama por algún accidente o enfermedad que la naturaleza no puede curar. Estoy más que seguro que el profesor del colegio de aquí, por las noches, tiene que ir rumbo a su chacra para poder completar el mísero sueldo que solo le alcanza para poder comer y mantener viva su chacra.

Aquí la realidad es otra, o al menos de la que susurran en la ciudad. No todo es felicidad, aquí se camina debajo del maldito sol para poder tomar agua, se siembra para tener las esperanzas de poder comer y se rinde pleitesía a la lluvia para poder comer. La última pregunta que faltaba la responderé ahora: ¿son felices? Increíblemente sí, es una felicidad rara, pero mejor de la que creo. A pesar de todos estos problemas que aquejan en el pueblo, la gente es capaz de sonreír, capaz de brindarte un plato de comida si lo necesitas, como cuando quise comprar miel y no me la quisieron vender, me dijeron que me la regalarían y yo tan cabrón no quise quedarme con la plata, pero me obligaron a quedármela. Nunca olvidaré cuando me recibieron con un “venga, venga, venga cholito, la casa es acogedora”.

Con todas estas personas es que me siento orgulloso de ser peruano, es más, de tener esa misma sangre. Estoy seguro que esas manos con callos y pies chancados por la chacra valen más que esta maldita mano que escribe sobre una laptop, incapaz de poder sembrar una planta o matar un chivo. No quiero mencionar cómo es la realidad en Lima, aunque debería hacerlo para hacer una contra parte, pero muchos de los que leerán este escrito sabrán cómo es, “un sistema que nos persuade a gastar el dinero que no tenemos en cosas que no necesitamos para crear impresiones que no durarán en personas que no nos importan”.

No intento hacer que de la nada este pueblo tenga dinero, yo no le pondría una fábrica y que todos trabajen en ella para que tengan un sueldo si fuese un gran empresario. No haría eso, porque para mí, ellas son las que controlan el mundo, las que crean las injusticias y desigualdades, haciéndonos creer que nosotros necesitamos de ellas, pero no es así, ellas necesitan de nosotros. Gracias a esta gente nosotros tenemos un plato lleno de arroz con papas o verduras. Al menos le debemos mucho respeto, tanto a ellos como a su naturaleza, sus tierras. Siempre al ver tan lindo paisaje me acordaba del discurso de Alan García, ex presidente del Perú, titulado “El síndrome del perro del hortelano”, en este discurso afirmaba que hay millones de hectáreas para madera que están ociosas, otros millones de hectáreas que las comunidades y asociaciones no han cultivado ni cultivarán, hay muchos recursos sin uso, todo esto por ociosidad. Este decía que es una vergüenza que Chile exporte dos mil millones de dólares en madera sin tener una hectárea de Amazonía, “este es un caso que se encuentra en todo Perú tierras ociosas porque el dueño no tiene formación ni recursos económicos”.

Quisiera que Alan García tenga un viaje hasta aquí, estoy seguro que ni siquiera sabe que existe tan hermoso lugar, pues estas tierras, ociosas para Alan García, son el pilar de vida para esta gente, estas montañas verdes que rodean esta casita son sus dioses y aún le rinden culto para que sus tierras produzcan, para que llueva, puedan tomar agua y rieguen sus frutos. Ahora sé qué es ser campesino, es vivir con los pies en la tierra, esta gente aquí nace y también muere. Aquí están sus ancestros, sus dioses, sus sueños por cumplir y sus sueños frustrados, aquí están sus risas y sus lágrimas.

Ya estoy cansado de tanto floro político. He escuchado tantos discursos sobre avances económicos pero todo aquí sigue igual, la gente sigue cosechando para poder vivir. Esta noche me toca estar aquí, tratando de encontrar la utopía del comunismo, entre paisajes y riachuelos, ser todos iguales, que nadie sea rico ni pobre, que todos tengamos absolutamente las mismas oportunidades sin necesidad del egoísmo, sin la explotación del hombre, que el Estado por fin se preocupe por el campesino, le eche una mirada a su agricultura, a sus niños, si las cosas se cumplieran tal y como vociferan sus discursos, de seguro las manos de esta gente no estuvieran tan gastadas. Esta noche me toca estar aquí, escribiendo bajo la luna y tatuándome el alma.

2 comentarios:

  1. REFORMA ELECTORAL EN EL PERU
    CORTESIA RBCSATELITAL.PE

    HABLA EL PUEBLO: REFORMA ELECTORAL - 1/2 (24-02-15)
    https://www.youtube.com/watch?v=yur9oN4_9Os

    HABLA EL PUEBLO: REFORMA ELECTORAL - 2/2 (24-02-15)
    https://www.youtube.com/watch?v=OVUHoR_TVE0

    RICARDO BELMONT EN HABLA EL PUEBLO (18-02-15)
    https://www.youtube.com/watch?v=ADZtdC4GYuM

    LA UNIVERSIDAD DE LA VIDA CON RICARDO BELMONT (14-04-14)
    http://www.youtube.com/watch?v=iboAOEe8Pbk

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  2. ENTREVISTA EXCLUSIVA A DON ISAAC HUMALA(15-03-15): SEPA PORQUE NO HUBO LA GRAN TRANSFORMACION, NI HOJA DE RUTA EN EL PERU.
    CORTESIA RBCSATELITAL.PE

    UNIVERSIDAD DE LA VIDA - 1/3 (15-03-15)
    https://www.youtube.com/watch?v=z3xA-i3f4ts

    UNIVERSIDAD DE LA VIDA - 2/3 (15-03-15)
    https://www.youtube.com/watch?v=60v8mX8ZeW4

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