viernes, 6 de septiembre de 2013

Por: Ángel Reyes / El Llanto del Ciego

Investigación para el curso Perú en Tiempos Modernos de Estudios Generales Letras de la Pontificia Universidad Católica del Perú

¿Cómo somos los peruanos? Parte 1 de 2

La gran prueba que hoy demuestra la vasta cantidad de formas de pensar dentro de las etnias que están concentradas en el territorio peruano es la forma en la que las diversas comunidades que conforman el país afrontan los problemas de la vida cotidiana de modo particular. Por poner un ejemplo, un grupo de jóvenes está jugando al fútbol en un espacio cualquiera, hasta que de pronto, el más rudo de los jugadores remata al arco y su balón sale tan desviado que pasa por encima del muro de la casa de la anciana más malgeniada del vecindario hasta llegar a su jardín, demás está decir que esta mujer no estaría dispuesta a devolverles la pelota.

En nuestra sociedad se distinguen varios sectores socioeconómicos y cada uno de estos tendría un estilo peculiar para abordar el problema planteado: si los jóvenes pertenecieran a la aristocracia del país probablemente uno de ellos amenazaría a la anciana diciéndole que su padre es amigo del presidente del Poder Judicial y que debe devolver el balón si no quiere tener problemas con la justicia; si los jóvenes pertenecieran a una clase más modesta, pero pudiente a pesar de todo, se encargarían de enviar al más atractivo a tocar la puerta de la anciana y distraerla a base de piropos mientras el más astuto escala sigilosamente el muro para sacar el balón; por último, si los jóvenes pertenecieran a la clase menos afortunada del país no tendrían inconveniente alguno o vergüenza de mandar a su hombre más veloz y sagaz para que escale el muro y saque el balón, y además darse el lujo de encarar a la anciana y sacarle la lengua en señal de victoria.

Hay muchas maneras de darle solución a un problema en el país de acuerdo a las posición socioeconómica que se tenga, no obstante, este tipo de momentos en los que existe la necesidad de ingeniar un plan para romper las reglas probablemente se ve solo en sociedades como la peruana u otras con algunos rasgos culturales similares.A lo que quiero llegar es que somos una sociedad acostumbrada a sobrepasar los límites que la ley impone para alcanzar nuestros objetivos y satisfacer nuestras necesidades. Lo que ahora es necesario preguntarse es por qué hemos creado esa cultura de sacarle la vuelta a la ley frecuentemente, se supone que una sociedad se rebela ante sus gobernantes porque siente insatisfacción con lo que el Estado brinda o por un sentimiento de opresión motivado por la falta de equidad dentro del territorio. Esto nos lleva a pensar que a lo largo de la historia del Perú, muchos factores han influido en la formación de una sociedad rebelde que tiene que expresar su creatividad al máximo para superar las barreras que se presentan en el día a día y alcanzar la felicidad sin ayuda del Estado. Si volvemos al ejemplo expuesto anteriormente, nos damos cuenta de que los tres grupos socioeconómicos le dieron ingeniosas salidas al problema, pero si hubiera surgido en alguno de los países más desarrollados de Europa probablemente no hubieran tenido que darle mucha vuelta al asunto, simplemente los jóvenes tenían que pedirle la pelota a la anciana y ella tenía la obligación moral de devolverla porque en ese tipo de sociedades hay instituciones más sólidas que sí se hacen respetar e inspiran más confianza entre la población, siendo irrelevante el factor socioeconómico.

Habiéndonos introducido al tema, es momento de exponer uno a uno los hechos históricos que influenciaron en el sentido de rebeldía y creatividad que caracteriza al pueblo peruano. En la época colonial, la Corona española buscaba tener el control absoluto de la población indígena con el objetivo de utilizar su mano de obra y extraer todos los bienes posibles bajo la supervisión de los criollos; pero llegó un momento de crisis para España en el que debía solucionar otros problemas con países de su continente y perdió cierto control en sus colonias, esta situación fue bien aprovechada por los criollos, quienes poco a poco fueron negociando con los indígenas que trabajaban en los latifundios algunos privilegios, pocos en realidad, para que ambas partes obtengan mayores beneficios y disminuir las ganancias de la Corona indirectamente. Obviamente la Corona no iba a quedarse con las manos cruzadas ante esta situación, no podían tolerar el enriquecimiento de sus dos grandes virreinatos, no podían permitir que los virreinatos del Perú y Nueva España comercien para beneficiarse mutuamente; sin embargo, a pesar de todas las trabas que le ponían al comercio impetuosamente, los criollos siempre buscaban la manera de salir ilesos y beneficiados. El hecho de que tanto criollos como indígenas busquen generar sus propias ganancias a costa de la Corona española generó el sentimiento de libertad; ya desde esa época, las masas buscaban desligarse de los grupos de poder con el fin de acabar con el sentimiento de opresión. Por otro lado, es necesario agregar que este proceso terminó fomentando el proceso de independencia no solo en el Perú, sino en todas las colonias dominadas por ese país europeo.

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