martes, 21 de julio de 2009
Escrito por: Fernando Eslava Mendoza / Publicado en: julio 21, 2009 / Sé el primero en comentar / Categorías: cosas de la vida
La semana pasada, estaba viendo televisión, cuando mi abuelita me dice que vaya a comprar pan a la panadería, me dio 20 soles y me dijo que me compre algo de 50 céntimos.
Voy a la panadería, compro el pan francés que vale 0.20 cada uno, reviso bien el vuelto y me dan 18 soles. Entonces, me voy a la bodega a comprarme una Coca Cola de 50 centavos. Ahí es cuando cometí mi gran error: Pagar por adelantado.
Ingresé a la tienda y saludé con voz baja, la que atendía estaba agachada debajo del mostrador, no se si me vió, pero yo dije, también en baja voz que iba a coger una Coca Cola y dejé un sol en el mostrador.
Fui al otro extremo de la bodega a coger mi gaseosa y reclamo mi vuelto, cuando me llevo la sorpresa en la respuesta de la vendedora ''Qué vuelto, Fernandito, si no me has pagado''. Mi mente se nubló, estaba un poco confundido y nervioso, pero era el sol de mi abue, que iba a decir en casa.
La primera persona que vi fue una señorita que compraba shampoo. En ese preciso instante, le conté a la que atiende lo que había sucedido. Pregunte a la que compraba shampoo y me dejo que no vio nada (que raro). La vendedora respaldó a la señorita y me preguntó si estaba con ''fiebre, o mal de la cabeza'', lo que causó mi malestar y me puse a buscar el sol en el mostrador.
Pero, recordando bien, había un sujeto que estaba dejando detergentes cuando entré, el también podría ser el culpable, pero si el hubiera sido, la señorita lo habría visto. Cuando terminé de buscar, mi intuición era que la señorita lo tomó, cuando estaba pensando que hacer, ya se había llenado la tienda y todos sabían lo ocurrido, me sentí mas nervioso y decidí salir de la bodega, pero antes tuve que pagar por la bebida. De todas maneras no defendía mi punto de vista solo por recuperar mi sol, sino para que quede en claro que soy honesto y no se digan cosas que no son, porque la vendedora dio a entender que le estaba engañando. Finalmente, perdí el sol.
En la noche, mi mamá me dijo para ir a Saga a ver un chaleco, en eso fui a una caja a recargar mi celular con 3 soles y me piden mi numero, pago, me devuelven el dinero y me dicen que no hay sistema. Pero, picón, me fui a otra caja y pasó lo mismo. A una tercera, igual, cuarta y quinta lo mismo. No intenté mas y me fui a la casa. Antes de dormir revisé mi celu haber si me habían llamado y me doy con la grata sopresa que tenía 15 soles de saldo.
Es que en cada caja que iba si se recargaba, solo que a ellos le salía que no y me daban el dinero. Bueno, ahora tengo 30 minutos para hablar gratis.
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