Sin embargo, parece que, como cristianos que somos, ponemos nuestra confianza y esperanza en lo que digan todos estos brujos, adivinos, lectores de cartas, etc. (quienes deben haber sido muy consultados); y nos olvidamos de que Dios, nuestro Padre, busca y vela por nosotros mejor que otros.
¿Se han puesto a pensar que tan “infalibles” son todas esas cábalas y rituales?
Todos queremos (y es legítimo y bueno) tener salud (eso nos permite trabajar y disfrutar de la vida), dinero (para no sufrir a causa de la crisis económica) y amor (es una necesidad amar y ser amado). Pero eso no se consigue con rituales y cábalas. NINGUN RITUAL O CABALA NOS ASEGURA EL BUEN RESULTADO.
¿No será que no confiamos en Dios, que es nuestro Padre y quiere nuestro bien, que necesitamos recurrir a todo tipo de recursos para asegurarnos lo que Dios no puede o no nos quiere dar? Ese es el punto fuerte. Parece que no queremos que se haga la voluntad de Dios sino la nuestra. Insisto todos necesitamos y queremos una vida con menos problemas, pero la vida transcurre con sus alegrías y sus penas: ninguna cábala va a impedir que nos enfermemos si es que se dan las condiciones para ello; todos vamos a morir antes o después, con cabalas o sin ellas; ninguna cábala va a hacer que hayan mayores beneficios económicos, que aumente el trabajo, que se eviten desastres naturales, que hagamos un viaje.
No hay que angustiarse por el futuro, a cada día le basta con su propio peso. No andemos preocupados por que comeremos o que vestiremos, sino, al contrario, confiemos en que Dios nos proveerá. Pero eso no quiere decir echarse al abandono, “a Dios rogando y con el mazo dando”, es decir trabajando cada uno, desde su trabajo y realidad, para construir el reino de Dios y su justicia: los estudiantes, los obreros, los profesionales; para construir el Reino, no hace falta ninguna cabala, sino poner nuestro esfuerzo en cumplir cada quien con su deber, en santificar el trabajo humano y viviendo una vida santa.
Que el Señor fortalezca nuestra confianza en Él, que es el Padre bueno de toda la humanidad y que quiere lo mejor para nosotros.
Nota: Escribí este artículo en Enero del 2005, mientras sintonizaba Radioprogramas del Perú, y por ratos, se escuchaba el horóscopo y la lectura de cartas de “Amatista”.
Gracias por publicar mi artículo.
ResponderBorrar¡Feliz Año 2011 y éxitos para "El Blog del Topo" y su editor!