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La llamada… Capítulo II
Escribe: Padre Miguel Ángel V.
El lado oscuro.
Bien, decía la vez pasada que en la etapa de la adolescencia, otros dioses empezaron a ser adorados por mí…. La diversión fácil, el deseo de ser mas “del mundo”, el voluntariamente olvidarme de “el mejor de los Amigos” para ser “mas normal” como los otros compañeros… esa “rebeldía juvenil contra el sistema impuesto” que a todos nos pasa….todo eso fue oscureciendo mi relación con Jesucristo (creo que el año “oscuro” fue 3° secundaria….).
Hasta que… llegó la Confi….
Pero! Llegó la confi en el colegio… y ahí sí que el Espíritu Santo empezó a aletear con fuerza… sin saber cómo, en medio de las charlas, empecé a inquietarme nuevamente por el tema vocacional y se produjo la lucha… yo! el mundano-¡!! no quería siquiera pensar en una vocación celestial, sacerdote yo?? nada que ver!!!
La crisis, la lucha…
Fue una etapa muy difícil el tener que luchar contra Dios… el no querer responder… el querer seguir lo fácil y placentero, el no querer ser “diferente”… el egoísmo….
Revelaré incluso que hubieron noches en las cuales, como si fuera una pesadilla (jajaja… increíble…) pero le llegaba a decir a Dios que NO ME PIDA SER SACERDOTE PORQUE YO NO QUERIA…
No me sentía capaz, me daba mucho miedo… pero ahí estaba ÉL, esperando, había hecho la llamada y se esperaba la respuesta… una respuesta que tenía que dar….
La decisión…
Finalmente, en 5° de secundaria las cosas iban dándose con un poco más de serenidad. El profesor de religión soltó la red, y dijo : “el que desee ser catequista me avisa…” Yo me dije, “caray, creo que debo acercarme más a Dios, y me gustaría probar el ser catequista, capaz ahí pueda ver las cosas con más claridad”…
La decisión estaba tomada y me acerqué al profesor y le dije: “me gustaría….”
Eso implicó una revolución en mi vida, porque empecé a entender porqué los profesores se cansan al hablar con los niños (yo era catequista de Primera Comunión) pero en medio de todo el interés por las cosas de Dios comenzaba a latir, a crecer, hasta que llegó el retiro y ahí SI que Dios habló….
Antes de culminar el programa de catequesis nos hicieron el “regalo” de obsequiarnos un retiro para todos los que participamos de esta tarea. EL PRIMER RETIRO DE MI VIDA!!! Fue algo que me entusiasmó mucho y dije ES AHORA QUE ME DECIDO. Yo voy al retiro para ver con claridad lo que Dios me pide.
No era justo pues quedarme siempre con la pregunta sobre el sacerdocio, ya era tiempo de responder. Sin embargo, iba con todas las ganas de descubrir que Dios NO me llamaba a lo que yo sabía que SI me llamaba…
Pero fue nada más pisar la casa de retiro cuando advertí que Dios había estado esperando ese momento. Ahora iba a estar en silencio y no podía huir de su voz, ahora yo mismo, libremente, había tomado la decisión de ir a enfrentarlo y enfrentarme conmigo mismo, “ahora si… ya me fregué”, pensé…
Creo que todos los torneos de box quedaron pequeños comparados al conflicto interno que se desencadenó en mí, cuando un seminarista dio su testimonio de cómo había sido su llamado al sacerdocio. Fue en medio de una charla cuando ¡oh desgracia para mí! Empecé a escuchar de la boca de “ese sujeto” todo lo que me estaba pasando a mí… era inevitable no empezar a sentir como escalofríos, a sentir agitado el corazón, a querer salir disparado de esa sala de conferencias, a desaparecer en ese momento, a no escuchar… pero fue inútil, el momento había llegado….
Ahí estaba, en medio de la charla, con los demás jóvenes a mi alrededor, escuchando, pero en ese momento entré en oración y le dije a Jesucristo: “Tú sabes que yo no quiero, que no soy capaz, que me da miedo…” y en ese momento pude saber que Jesucristo estaba conmigo, muy cercanamente, proponiéndome claramente lo que yo ya sabía e insistía en negar… y fue cuestión de un instante el comprender que LO QUE QUERÍA EL SEÑOR ERA MI FELICIDAD, que andaba como un tonto queriendo negar su voluntad.
Y Le dije SI. Y nunca se me olvida ese momento porque descubrí que había elegido bien.
A partir de ese momento hay una sensación de felicidad que ya nadie puede quitar.
Pero ahora venia lo difícil: decirlo a mis papás, y yo sabía que eso me iba a costar muchísimo. De hecho que fue un momento dramático…
Pero eso lo contaré la próxima vez.
Cualquier conversa a sígueme@sigueme.pe y no dejen de visitar http://www.sigueme.pe/
Padre ... felicidades por su blog, recien he podido leerlo y la verdad me ha encantado conocer la historia de su llamado, aunque no haya terminado...
ResponderBorrarEs bueno compartir experiencias para que otras personas que pudieran estar pasando por lo mismo les pueda ayudar a encaminar su destino!
ss
Pilar y Luis (ositos)
Padre, que linda su historia, definitivamente esto ayudará a muchos jóvenes que están sintiendo el llamado y no se deciden aún, pues será un gran apoyo para que comprendan un poco más qué es lo que están sintiendo y sabrán que no están solos.
ResponderBorrarPilar y Marcela. Gracias por comentar el artículo del Padre Miguel Ángel. Le haré llegar los comentarios.
ResponderBorrarSigan participando del blog y leyendo la columna de PMA.
Saludos
Fernando Eslava
El Blog de topo
Felicidades Padre Miguel Angel. Con su testimonio estamos seguros que logrará más vocaciones sacerdotales con la bendición del Señor y el empeño que Ud. le pone.
ResponderBorrarLo queremos y apreciamos mucho,
Los mega gordos