Desde hace varios años de se ha intentado buscar un culpable por los constantes fracasos de la selección peruana en las Eliminatorias mundialistas y se ha responsabilizado a Manuel Burga el mandamás de la Federación Peruana de Fútbol quien es directivo de nuestro balompié desde el 1992.
Manuel Burga asumió la presidencia de la FPF apadrinado por el anterior jefe, Nicolás Delfino, en el 2002 de manera alentadora, pues el abogado presentó propuestas de ensueño que sacarían adelante el deporte rey en el país. El doctor propuso que los clubes debían tener estadio propio o alquilado, que estos estaban obligados a intervenir en torneos de menores, tenían que presentar un padrón de socios legal (2.000), para iniciar el campeonato no debían acreditar deudas o, en su defecto, refinanciar los pagos pendientes del pasado hasta el 2002 y fortalecer la Copa Perú y profesionalizar la Segunda División. Todo esto quedó en la ilusión de aquella época y hoy afronta las críticas más duras de su período.
Si bien Manuel Burga al frente de la Federación puede jactarse de obtener diferentes sedes para sudamericanos y Mundial Sub-17, Tercer puesto de Copa América 2011, Clasificación al mundial sub 17 de 2007 y tener un correcto balance económico los resultados no han acompañado a su gestión y esto desemboca en que la opinión pública rechace su permanencia en el cargo.
Manuel Burga debe darse cuenta que el trabajo con menores es un desastre y no traen resultados a la altura del promedio de la región, los procesos eliminatorios son poco serios, no hay un estilo de juego determinado, no vamos al Mundial hace 31 años, los clubes están quebrados, el nivel del Descentralizado es malísimo, la Copa Perú es una vergüenza y corrupta.
No es saludable para el fútbol peruano que un mandamás que no ha logrado el objetivo central: clasificar al Mundial siga entornillado en el sillón de la federación todo el tiempo que él quiera. El sistema de votación es irónico: los votos de las federaciones departamentales pesan más que los clubes profesionales y con las promesas de Burga le adjudican los votos asegurando su victoria.
El anterior presidente de la FPF, Nicolás Delfino estuvo 10 años al frente del cargo y a pesar de no clasificarnos a ningún mundial estuvimos cerca de hacerlo en 1998 tras quedar eliminados en el puesto 5 por diferencia de goles con 25 puntos. Delfino implementó nueva infraestructura como la construcción del complejo de la FPF en la VIDENA de San Luis, evitó la sanción de la FIFA al fútbol peruano, licitó los derechos de TV, promovió el relanzamiento de la Copa Perú otorgando un cupo directo al campeón a la Primera División y contribuyó a la remodelación y creación de nueva infraestructura.
Con Delfino en1994 los derechos de TV sirvieron para favorecer al IPD, Estado y a los clubes profesionales, trabajó en futbolistas de divisiones menores como Solano, Pizarro, Rebosio, Mendoza, entre otros. Con el apoyo de la FIFA, la FPF pudo dotar de espacios deportivos modernos en Chincha, Tacna y Piura y los balances económicos fueron revisados por la Contraloría General de la República y el Congreso sin ninguna duda al respecto.
Delfino reconoció no lograr los objetivos; sin embargo, Perú fue campeón del Bolivariano 2001, de la Copa Kirin, Cuarto puesto Copa América 1997 y Campeón del II Cuadrangular Andino Sub 20 tras eliminar a Colombia y Argentina. Sumado a que estuvimos cerca (diferencia de goles) de ir al Mundial fue un período ‘menos malo’ que el de Manuel Burga.
Un presidente que a pesar de las críticas y los malos resultados busca entornillarse en el cargo no tiene autoridad moral de pretender seguir al frente del timón de la federación. Lo saludable para nuestro balompié es un recambio en la dirigencia y darles aires de progreso deportivo y trabajo con menores que signifiquen una mejora en los resultados. Manuel Burga cumplió su ciclo y no logró los objetivos.
Para remplazarlo suena fuerte el hijo de César Acuña, Richard, quien es vicepresidente del club trujillano César Vallejo y también Titín Drago quien aceptó recibir propuestas de clubes para tentar el cargo. Las elecciones serán el próximo año.
Agradecimientos: Archivo de la hemeroteca de la Pontificia Universidad Católica, Diario Expreso del 11 de noviembre de 2002.
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